Ensayo





Crónicas del Olvido

AMADA BEGOÑA

-Alberto Hernández-

1.-
Un largo inventario personal da inicio a este libro titulado “Amada Begoña / Antología de voces masculinas” (La Mancha ediciones/ Colección la buena calle, Caracas, 2012), escrito por Kristel Guirado y donde la autora se desdobla y asume la personalidad poética de varios autores, unos identificados con sus iniciales, otros con nombres reales o creados para insuflarle impulso a un poemario en el que ella, Guirado, habla con voz masculina, como un hombre que tiene en el personaje Amanda Begoña a un objetivo amistoso, revelado por la cercanía que comenzó durante sus primeras clases de Letras en la UCV.

[...]

Ella, la “copista”, la diseñadora de acentos, la que se hizo voz bronca para cantarle a Begoña desde Begoña, quizá con la intención de ser Begoña, su “alter ego”.

Fotografía de Yuri Valecillo
2.-
El poemario está dividido en dos momentos: “Amada Begoña”, con poemas escritos por varios “autores”, y “De un tal señor Ariza”, con textos pertenecientes a un solo pretendiente, como afirma Kristel Guirado, y están fundados en la relación amorosa entre Florentino Ariza y Fermina Daza, personajes de García Márquez de la novela “El amor en los tiempos del cólera”.

[...]

El poema siempre ha sido otro yo. La poesía es una elaboración en la que participan todas las personas del poeta. La literatura, todos los géneros, fabrica un yo que se retrae o se expande. Ese alter ego es personaje del poema: porque la poesía es también una narrativa más allá de que se entregue hecho poética. O toda poética tiene en la narrativa un espacio en el que se advierten el yo o los diferentes yos del autor.

En este caso son yos ajenos. Prestados, como todos los personajes de la ficción transformados en entes emblemáticos. Quien escribe esta “antología de voces masculinas” se desnuda completamente para mostrarse como el otro o los otros. O mejor dicho: es el otro sin necesidad de impostar la voz. Es la voz, adquiere la voz del otro. Se la apropia. Y de esta manera crea (lo recrea) al poeta original en la voz atrevida. Es poeta desde quien no se ha enterado que lo están “usando” como ajenitud o como propiedad legítima.


Fotografía de Yuri Valecillo
3.-
La segunda parte recrea una historia del autor de “Cien años de soledad”, la de los personajes, como ya se ha dicho, de “Los amores en tiempos del cólera”, en los que se funda el imaginario de un relato a través de episodios en un evento unívoco de mensajes: los amantes se hacen poetas a través de quien intenta alejarse de ellos en un experimento que funciona, que los aproxima mediante experiencias reconocidas como el cine, el inicio de un atrevimiento, suerte de prólogo donde “las grandes expectativas nunca son satisfechas”.
Se trata de un solo pretendiente, pero la voz de Begoña, la voz distante de la mujer amada, está presenta en su invocación. Muy pocas veces es mencionado su nombre. No obstante, el lector sabrá reconocerse en ella, hacerse mujer a través de la lectura silenciosa que Begoña hace de cada texto.

[...]


La voz del amante no recibe respuesta: en todo caso la respuesta la elabora el lector o el mismo personaje cuando siente que lo leen. En este sentido, la relación unívoca se rompe cuando el lector toma el poema y se lo apropia como una respuesta: sabe que está respondiendo a un sujeto cuyo afán es dirigirse a Fermina/ Begoña, no al lector como tal, pero éste, libre y atrevido, hombre o mujer, revela su capacidad para armar una respuesta.

[...]

Begoña Infante ya no es Begoña. Kristel Guirado ya no es ella misma. Son personajes que flotan entre versos y nunca podrán escapar de ellos mismos. 

*******

Alberto Hernández


Nació en Calabozo, estado Guárico, el 25 de octubre de 1952. Poeta, narrador y periodista. Se desempeña como secretario de redacción del diario “El Periodiquito” de la ciudad de Maracay, estado Aragua.

Su obra literaria ha sido reconocida en importantes concursos nacionales. En el año 2000 recibió el Premio “Juan Beroes” por toda su obra literaria.


No hay comentarios:

Publicar un comentario